¿Cómo podemos enfrentarnos a la depresión y a la frustración?
Cuando la persona se sumerge en ese estado, lo que está declarando es su rendición temporal en la lucha por encontrar empleo, por sentirse realizado, por ser feliz. Un muro que parece impenetrable y que muestra la nula esperanza de futuro.
Recuerda siempre que no es más importante lo que sucede realmente, sino cómo lo interpretamos.
Tirar la toalla – abandonar – rendirse – “no puedo…”
Superarse – luchar – motivarse – “encontraré la manera…”
La diferencia es obvia y su resultado en nuestra mente y salud también. Ambas personalidades se enfrentan a un mismo futuro con una gran diferencia, su actitud.
Es hora de que encuentres al optimista que llevas dentro.
Coge la vida con pasión y energía, empieza a cambiar tus hábitos hacia una alimentación sana, haz deporte semanalmente, cambia expresiones negativas de tu lenguaje por expresiones positivas, todo puede aportar mayor equilibrio y buenas sensaciones.
Ser optimista también significa ser flexible, flexible ante los cambios o baches del camino, lo que nos hace seguir adelante a pesar de todo y ser capaces de sacar fuerzas e incluso de extraer beneficio de lo sucedido. Enfréntate al futuro con actitud positiva. Con el tiempo nuestro aprendizaje y el cambio de hábitos nos llevará a obtener una mayor resistencia y una gran capacidad para enfrentarnos a nuestros problemas.
Si nos centramos en el empleo, no te nubles ante entrevistas o situaciones que no han salido como esperabas, sino aprende, identifica los puntos claves para mejorarlos y estar mejor preparado para la siguiente oportunidad.