Trabajar más no siempre es sinónimo de ser más productivo en el trabajo. En España, tenemos una de las jornadas laborales más largas de Europa, sin embargo, nuestra productividad no suele despuntar tanto como las horas que pasamos en la oficina.
Si nos comparamos con Alemania, cuyo sistema económico y productivo es utilizado como modelo de eficiencia, los españoles trabajamos 280 horas más al año. Un dato que no se ve reflejado en los resultados: Según la Comisión Europea, la productividad por hora en Alemania supera los 42 euros, mientras la española se queda en 32 euros.
Pero mientras la estructura productiva y económica del país evoluciona para seguir el ejemplo de nuestros vecinos europeos, nosotros podemos llevar a cabo pequeñas acciones para mejorar nuestra propia productividad y así, convertirnos en imprescindibles en nuestro puesto de trabajo. Toma nota de estos 9 pasos y aplícalos a tu jornada laboral:
- Simplemente empieza. A veces pasamos mucho tiempo pensando todo lo que tenemos que hacer. Si empiezas una tarea es fácil que la acabes. Nuestro cerebro está programado para ello.
- Olvida la perfección. Prioriza terminar tus tareas a tiempo en lugar de buscar la perfección, porque además, no existe. Si esperas que sean perfectas la mayoría de ellas se quedarán sin terminar, y muchas veces, podemos perfeccionar los resultados una vez estén terminados -siempre y cuando nos sobre tiempo-.
- Tómate 20 minutos de descanso cada 90 minutos de trabajo. Tus minutos de trabajo serán mucho más productivos si entre intervalos de tiempo, te tomas unos minutos para levantarte, moverte de la silla y desconectar unos minutos. Volverás a la carga fresco y energía renovada.
- Crea un espacio de trabajo adecuado. La luz natural y el orden ayudan a mejorar la productividad, además de mantener un espacio ordenado y sin muchos objetos que distraigan la atención.
- La tarea que menos te gusta debe ser siempre la primera. Tu cerebro trabajará duro para poder hacer las que sí le gustan.
- Aprende a decir no. No dejes que rompan tus rutinas de trabajo, especialmente cuando estés más concentrado. Mantener y seguir una rutina y un horario de trabajo te ayudan a sentirte más confortable.
- Divide las tareas en tareas más pequeñas. Date el premio de dar por cerradas las tareas que ya has terminado, y además te parecerán más fáciles y asequibles de realizar.
- Reduce tu lista de tareas diarias a 3 o 4 como máximo. Si tienes 10 tareas para hoy, no vas a cerrar ninguna. Ser realista te ayudará.
- Si una tarea dura menos de 5 minutos, hazla ya. Tardarás más tiempo apuntándola que haciéndola.
Equipo Recursos Humanos